Partimos de la hipótesis que es fáctico lo que versa el artículo 36 de la Constitución Nacional Argentina, donde se especifica que es la corrupción el elemento que hiere de muerte a las democracias modernas: «Atentará asimismo contra el sistema democrático quien incurriere en grave delito doloso contra el Estado que conlleve enriquecimiento».
Para su combate la carta magna inviste al ciudadano con un derecho inalienable: «Todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren los actos de fuerza enunciados en este artículo».
Con la fuerza de la convicción se ha vislumbrado a lo largo de la historia argentina que la corrupción es el elemento cohesionador de las diferentes coaliciones de poder, pues la naturaleza misma del poder político es corromper las obligaciones naturales que genera la representación política, en tanto servicio altruista en favor de los intereses de un Nosotros -Nación- frente a un exterior que nos es ajeno, extraño y amenazante.
Al respecto se propone construir un argumento en favor del perfeccionamiento de la virtud política como una via necesaria para preserar la salud de las democracias modernas.
El fundamento ético del estado
Palabras clave Teoría del Estado – Autoconciencia – G.W.F. Hegel Resumen El presente trabajo pretende presentar en su mejor luz…